La astronomía de posición (o astronomía esférica) se relaciona a la ubicación de los objetos astronómicos en la esfera celeste, desde la perspectiva terrestre. Se apoya en métodos matemáticos y contiene como principales elementos a los sistemas de coordenadas celestes y el tiempo.
Debido a la situación de la Tierra en el espacio, estos cálculos requieren tomar en consideración no sólo los principales movimientos terrestres (rotación y traslación), sino también otros efectos (como la precesión axial y nutación), a fin de compensar tales efectos al momento de generar efemérides astronómicas (una serie de valores que entregan la posición de objetos celestes en el cielo). De este modo, nos será posible ubicar un objeto en la bóveda celeste con alta precisión (sea un planeta, satélite, estrella, etc.), en cualquier momento y lugar.
Los primeros hallazgos en base a la astronomía de posición se remontan a la Antigüedad, con civilizaciones que fueron capaces de entender las dinámicas que ocurren a diario en el cielo nocturno, identificar fenómenos celestes de naturaleza posicional (ej. conjunciones, tránsitos, eclipses) y aplicar muchos de estos conocimientos al momento de construir estructuras que hoy son conocidas a nivel mundial (ej. Chichen Itzá, pirámides, Stonehenge, etc.).
Si bien la tecnología instaurada en la sociedad actual hace pasar desapercibido el rol de la astronomía de posición, sus modelos matemáticos los seguimos encontrando al momento de comprender cómo funciona un moderno observatorio astronómico, pero también los vemos en telescopios de aficionados y herramientas virtuales con las que cualquier persona puede saber la posición de un astro, sea vía online o usando un software de planetario virtual.
Revisa las subsecciones para conocer más, en particular “Astronomía de día” y “Astronomía de noche“, las cuales exponen una serie de experimentos observacionales (centradas en la posición de los astros) que podrás replicar por ti mismo y realizar pequeños “descubrimientos” a simple vista.